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  • Foto del escritorSylvia GOMEZ

SALVAR EL FUEGO, Guillermo Arriaga, novela, 2020.


Salvar el fuego es una novela perturbadora. La historia ganadora del Premio Alfaguara 2020, nos pone frente al amor y a la muerte.


El autor mexicano ha dividido su obra en algunos bloques temáticos: La presencia de un padre autodidacta, extremadamente autoritario, que reivindica la lucha indígena y que somete a sus hijos con una educación férrea, carente de todo cariño. Un hombre inteligente y controversial, condenado a cincuenta años de prisión por homicidio, en una de las cárceles mexicanas. Una mujer burguesa, que ve de pronto interrumpida la tranquilidad de su vida confortable y adopta cuestionables decisiones. Finalmente, un delincuente que jura venganza, después de que su novia y su mejor amigo lo traicionaran. Todos estos ejes argumentales se enmarcan dentro de un ambiente de violencia, ocasionado por luchas intestinas entre las más altas autoridades del Estado y las mafias que las condicionan.


En la ficción narrativa se destacan varios recursos: en primer lugar, la polifonía que permite a cuatro narradores contarnos la historia, cada uno de ellos propicia el avance o el retroceso de la secuencia narrativa. En segundo lugar, la técnica circular del relato, con la que nos adelantamos a los sucesos finales de la historia. Además, desde las primeras páginas, nos sorprenden los relatos de prisioneros que expresan sus vivencias al interior de la cárcel. Finalmente, la descripción minuciosa de los escenarios, que crea una atmósfera opresiva, que atrae y repele por partes iguales. El confort de un segmento de la población, en oposición a la suciedad y a las carencias de los otros.


Análisis particular merece el acertado uso del lenguaje. Intencionalmente se deforma el español, para imitar la jerga carcelaria o de los barrios populares de la ciudad de México y sus alrededores, se usan los vocablos más crudos del idioma, así como mexicanismos frecuentes y cómicas transcripciones fonéticas del inglés. Todo esto contribuye a la fuerza expresiva de la narración.


El lector se introduce en los círculos oscuros del hampa, conoce la manera de ser de los individuos más violentos, gracias a las acciones aberrantes que se muestran con lujo de detalles: hombres cruelmente asesinados, la venganza como norma, barrios y ciudades convertidos en infiernos difíciles de sobrellevar. Dentro de este escenario se destaca la cárcel, que es un microcosmos surrealista en el que todo es posible. La muerte está apostada en cualquier rincón. Las desigualdades entre los reos de altos quilates y los presos comunes y corrientes son abismales, el confort del que disfrutan los de primera categoría, contrasta con el encierro en jaulas minúsculas, en las que se castiga a los prisioneros hasta su enloquecimiento.


En este espacio de suciedad y violencia, parece improbable que haya espacio para el amor; sin embargo, este sentimiento se convierte en uno de los hilos conductores del relato. En un proceso progresivo surgen: el contacto, el interés, la atracción, el sexo, la pasión desenfrenada que no conocerá límites. Ella es una artista reconocida, que organiza en la prisión talleres de escritura y lleva a su compañía de danza, a hacer una representación como cualquier otra, sin pensar que el destino le iba a jugar una mala pasada. En efecto, en el camino ve cómo se rompe su estabilidad familiar, hay un esposo que es sistemáticamente traicionado y unos hijos que, aún con todo el cariño que ella les profesa, son impotentes para retenerla.


En la novela no hay héroes ni heroínas, solo víctimas y villanos. Difícilmente nos podemos identificar con los personajes principales, tampoco condenarlos. Ellos se rigen por pasiones, como nos recuerda la protagonista de la obra de teatro “Bodas de Sangre”, es el destino el que marca sus vidas y contra éste, nada pueden hacer los protagonistas. Las palabras de García Lorca ilustran perfectamente ese determinismo: "porque hay una fuerza que me arrastró como un golpe de mar, como la cabezada de un mulo, y me hubiera arrastrado siempre, siempre, siempre, aunque hubiera sido vieja y todos los hijos de tu hijo me hubiesen agarrado de los cabellos"


Finalmente, podemos decir que la novela de Guillermo Arriaga denuncia cómo la sociedad mexicana ha sido carcomida por poderosas mafias, que se multiplican, que captan a los adolescentes miserables de las barriadas, que corrompen autoridades, en síntesis, que imponen su ley, bajo la cual todos, por miedo o por codicia se ven doblegados.


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