LA NOVIA GITANA, Carmen Mola, novela, 2018
- Sylvia GOMEZ
- 27 oct 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 18 nov 2022
La novela negra va ganando espacio dentro de la narrativa española contemporánea.

Para comprobarlo, basta hacer un recuento del número de obras de este subgénero policíaco y los miles de ávidos lectores que disfrutan de cada historia.
“La novia gitana” es una muestra de lo que hemos afirmado. El narrador omnisciente, saca a relucir los peores instintos humanos, en una ficción que deja al lector conmocionado por el nivel de violencia, de inseguridad, de crueldad, que se respira en las ciudades.
Una joven es asesinada con un salvajismo inconcebible. Su cuerpo arrojado en un descampado, guarda todavía las huellas de la brutalidad de su asesino. Inmediatamente se la relaciona con otro crimen similar, proferido contra su hermana, en las mismas circunstancias e igualmente en la víspera de su boda.
La investigación es encargada al BAC, Brigada de Análisis de Casos. Sus miembros constituyen un grupo selecto de la policía española y cada uno contribuye al esclarecimiento del crimen. Su directora Elena Blanco, lleva a cuestas su propio calvario: un hijo desaparecido, cuya búsqueda, junto con su trabajo, es lo que da sentido a su vida.
La historia involucra al grupo gitano, tradicionalmente discriminado y culpabilizado. Las sospechas se dirigen al padre, aunque todos se niegan a aceptarlo, por la saña con la que se han dado los dos asesinatos. Entonces, los ojos del lector siguen los pasos de los personajes, por los círculos oscuros del crimen organizado, las tradiciones gitanas, el horror de las sectas, los conflictos en las cárceles. Sospecha de los personajes que se le ponen cerca, mientras, en retrospectiva, asiste a la agonía de un niño al que han dejado abandonado, en un espacio inmundo, en donde la mejor salida hubiera sido la muerte.
El Madrid de los bares y karaoques, de las barriadas miserables, de los solares abandonados, es el escenario urbano en el que se desarrolla la historia. Allí entran en escena actores distintos, que viven su rutina diaria, sin pensar que en cualquier momento el horror puede entrar por la puerta.
El estilo es ágil, las descripciones cortas, no hay espacio para el aburrimiento. El uso permanente del estilo directo aporta expresividad al lenguaje. El narrador intercala dos historias en tiempos distintos, y de esas, la una da sentido a la otra.
Aunque la búsqueda de un asesino se enmarca dentro de los patrones de la novela policíaca, esta se diferencia de otras por los episodios truculentos que contiene. Sin embargo, su lectura nos permite afirmar que, en la literatura no existen temas tabú, que el éxito de una historia, radica en la forma en que es presentada al lector, en la manera cómo el autor convierte lo feo en arte, lo truculento en una sacudida emocional. Finalmente, “La novia gitana” no solo nos deja caminar por los oscuros recovecos de la locura, sino que hace una crítica social sobre las causas del crimen y la depravación humana.
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