EL GENERAL EN SU LABERINTO, Gabriel García Márquez, 1989, novela.
- Sylvia GOMEZ
- 1 dic 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 21 jun 2022

Simón Bolívar es, sin lugar a dudas, el referente más importante de la historia latinoamericana. Mucho se ha escrito sobre su vida y su titánico accionar para conseguir la independencia de las colonias españolas en América. El Premio Nobel colombiano, Gabriel García Márquez, alimenta con esta obra la leyenda del “Libertador” , sacando a la luz una serie de anécdotas y acontecimientos inéditos aún para los estudiosos de las gestas libertarias del siglo XIX.
“El General en su laberinto” es una novela de carácter histórico, una crónica de las peripecias del héroe venezolano, durante los últimos meses de su vida. El lector acompaña los pasos de Bolívar y sus lugartenientes por los caminos polvorientos, peligrosos e interminables de los pueblos que ayudó a liberar; se siente parte de ese periplo; se une al séquito de los fieles granaderos que protegen con su vida la integridad del héroe; está con los amigos incondicionales que entretienen su insomnio y su desidia en las largas noches de lluvias y mosquitos; participa de los entusiastas recibimientos en lugares recónditos, en los que se ignora incluso su renuncia al poder; escucha quejas cargadas de frustración: “Qué caro nos ha costado esta mierda de independencia” o las inquietudes de sus allegados: “Ya tenemos independencia General, ahora díganos qué hacemos con ella”.
Respetando las características del género y a partir de archivos oficiales y documentos proporcionados por amigos historiadores, el autor recapitula las fechas y se refiere a los personajes que gravitaron en la política de la época, sea como partidarios o como acérrimos enemigos de Bolívar y su causa, lo que le da a la obra un valor testimonial innegable. Sin embargo, se traslucen en la narración los elementos peculiares del estilo de García Márquez, hallazgos poéticos que aportan lirismo a su prosa y que nos recuerdan algunos pasajes de sus obras. Aquí se percibe lo tenue de la brisa, lo insensato de los amaneceres, la brisa de rosas de mar, el sol desalmado, los desiertos alucinantes o las aguas diáfanas del Caribe.
El narrador no idealiza la figura del personaje, lo presenta muy humano, casi insignificante en su apariencia física, pero con la fuerza interior que le mereció el respeto de sus semejantes y el amor de las mujeres que conoció en su azarosa vida.
Bolívar, a los ojos del autor, puso en práctica los valores de los maestros que lo forjaron, como es el caso de su preceptor Simón Rodríguez; fue un hombre leal con los amigos incondicionales: Antonio José de Sucre o José Palacios entre muchos otros; honesto con la mujer que lo amó, lo defendió y luchó sin tregua por mantener su gloria: Manuela Sáenz, la quiteña a la que se ha calificado como la “Libertadora del libertador”, mujer valiente que no dudó en asumir actitudes escandalosas para la época, con el fin de defenderlo del desprestigio, la envidia y la revancha de quienes, guiados por la ambición o los intereses políticos, le dieron la espalda y propiciaron su caída.
El hombre que fuera coronado con laureles y proclamado “El libertador de cinco naciones” termina su peregrinaje en Santa Marta, minado por la enfermedad, pero sin renunciar al sueño de volver a “escalar el Chimborazo y plantar en las cumbres nevadas el tricolor de la América grande, unida y libre por los siglos de los siglos”. Desgraciadamente el pago a toda una vida de lucha, se redujo a una nota escueta que proclamaba: El genio del mal, la tea de la anarquía, el opresor de la patria ha dejado de existir”.
He aquí un libro que tú debes leer.
Gracias nuevamente Elías, son para personas como usted, que aman la literatura, que me permito seguir escribiendo.
Las obras de García Márquez son, sin lugar a dudas, clásicas. Gracias, Sylvia, por traernos a la memoria este pedazo de literatura que nos engolosina con su relato y nos nutre de historia. ¡Buen trabajo!