EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA, Gabriel Garcia Márquez, 1985, novela
- Sylvia GOMEZ
- 7 jul 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 jun 2022

Después de “cincuenta y tres años, siete meses y once días”, alejado del mundo y mientras en falsa cuarentena, el buque es mecido por las aguas turbias del Magdalena, Florentino Ariza puede finalmente hacer realidad su sueño de tener para él solo a Fermina Daza. Esta ilusión acompañó la vida del muchacho que amanecía a los placeres y angustias del amor, luego la del adulto menospreciado por su condición de hombre sin pasado y sin futuro, y la del viejo que es hoy, cansado de cuerpo pero con el alma vital, dispuesta a saborear finalmente los placeres acentuados por la espera.
La temática del amor platónico, a la usanza de los mejores románticos del siglo XIX, ocupa la mayor parte del espacio narrativo. No obstante, en la obra aparecen otros temas importantes como la memoria de corsarios y bucaneros que hundían barcos cargados de la riqueza colonial de las Indias; o el día a día de las familias adineradas del Caribe en contraste con las costumbres de los herederos de la esclavitud; o las interminables escaramuzas entre conservadores y liberales de cuyos motivos nadie guarda memoria; o los estragos suscitados por los continuos brotes de cólera entre los habitantes de las Ciénegas insalubres. Todas estas hacen de la obra un especial testimonio de varias vidas y de varias épocas.
Las descripciones del narrador omnisciente sumergen al lector en atmósferas fantásticas. Comprobando la esencia realista mágica del Premio Nóbel de Literatura, encontramos loros capaces de hablar en cuatro idiomas y de discernir sobre asuntos complejos, leyendas de amores perdidos entre el llanto de la lluvia y olor de las camelias; sierras, selvas y pantanos donde se da la hazaña de sobrevivir.
En esos escenarios, que con seguridad han permitido ambientar las películas que se rodaron a partir de la obra, García Márquez ubica a Florentino Ariza, el fiel amante, Juvenal Urbino, el noble y poderoso esposo y Fermina Daza, la dama codiciada por los dos; en un triángulo amoroso que solo la muerte pudo destruir. La historia está matizada con olvidadas pruebas de amor: cartas perfumadas, encuentros furtivos, telegramas que recorren la geografía colombiana cargados esperanzas y promesas; todo esto en un espacio simbólico y con una trama novelesca en la que se conjugan lo platónico con lo sensual, el interés económico y social frente a la lealtad inquebrantable.
Dentro de este juego de amores fuera de tiempo, el autor no es indiferente a la crítica social. La percibimos en el contraste que establece entre la opulencia insultante de la Calle de los Virreyes con sus lujosas mansiones de finales del siglo XIX, con la suntuosidad de sus fiestas, el perfume suave de sus jardines y el barrio de los esclavos, donde mal viven y mal mueren los hombres que sobrevivieron a la esclavitud, primero, y luego a la desidia de los gobiernos, en una época que no está marcada, porque aún no ha terminado del todo.
He aquí un libro que tú debes leer.
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