Como dice el narrador de la obra, “Aunque ahora ve la luz, y hasta el sol y, el cielo, ella sigue prisionera”. En efecto, la protagonista de la novela, se ha sentido así, desde que fuera arrestada por la milicia argentina en 1976. El miedo que se instaló entonces en su cuerpo, es un fantasma del que no ha podido huir, que está ahí, a su alrededor. Cada vez que viaja, o toma un taxi o simplemente pasea por la playa, sabe que el pasado la persigue.
Elsa Osorio, revive en “Doble fondo” el episodio más vergonzoso de la historia argentina del siglo pasado: la guerra sucia, la que condenó a miles de personas, jóvenes sobre todo, a la cárcel, a la muerte, al exilio y como es el caso de la heroína de esta novela, a una doble o triple vida, con la que intenta proteger a su ser más querido, de la represión brutal de la dictadura. Para ella, el precio a pagar es alto, las actividades que se ve obligada a realizar, la hacen parecer como una traidora frente a sus compañeros de lucha, una militante que perdió sus ideales a cambio de prebendas personales, una cómplice del sistema que decía detestar.
El narrador nos obliga a armar el rompecabezas de la historia y a ubicar cronológicamente los sucesos ocurridos desde 1976, fecha en que la maquinaria de la dictadura, comienza su trabajo de depuración sobre cualquier sospechoso: la captura, el encierro, las confesiones forzadas, el reclutamiento de subversivos para utilizarlos en la ingrata tarea de limpiar la imagen del gobierno en el exterior y de boicotear las acciones de organizaciones internacionales en contra del régimen.
Paralelamente el lector se traslada al 2004, a un pequeño pueblo del sur de Francia, donde aparece el cuerpo sin vida de una médica muy querida por todos, de la que contradictoriamente nadie sabe nada, y se ve obligado a compartir los hallazgos de una periodista que investiga su vida y las extrañas circunstancias de su muerte.
Finalmente, para aumentar el misterio, la autora acude a extensas cartas anónimas para un destinatario desconocido y a correos electrónicos dirigidos a un hombre ávido por conocer el pasado de su madre y las causas del abandono, que ha buscado sin respuestas, durante toda su vida.
Gracias a los viajes en el tiempo, entendemos que todas las mujeres que aparecen en la trama novelesca: Juana, la revolucionaria, prisionera en uno de los campos de detención, Marie, la médica graduada con honores en una universidad francesa, la elegante y culta mujer que trabaja para organizaciones del gobierno argentino y la desconocida que envía cortos mensajes a su joven destinatario, son la misma persona, buscada obsesivamente por el amante frustrado, el hijo abandonado y después de su muerte, por la prensa y la policía francesas.
Pero en “Doble fondo” hay también un gran amor, que atenúa la crudeza de la temática, pues le permite a la protagonista, superar por instantes el miedo, alejarse temporalmente de su pasado y vivir momentos de felicidad, oculta a los ojos de sus perseguidores.
El estilo de la escritora argentina es envolvente, está cargado de emotividad, el lector pronto se identifica con las vivencias de la protagonista, entiende sus pesadillas y, como lógica consecuencia, se solidariza con quienes han vivido procesos violentos e injustos, donde se comprueba la permanente deshumanización del hombre.
He aquí un libro que tú debes leer.